Lucha contra la obesidad infantil

• Los niños con sobrepeso tienen más riesgo de tener problemas de desarrollo y enfermedades óseas y cardiovasculares
• Para evitar la obesidad, es necesario que el niño aprenda a comer sano desde bien pequeño. En Arnidol te explicamos los hábitos alimentarios más saludables

En España 1 de cada 4 niños tiene sobrepeso y 1 de cada 5 sufre obesidad, según un estudio de 2012 de la Fundación Thao. Estas cifras sitúan España en la cabeza en obesidad infantil en la Unión Europea, solo por detrás de Italia y Chipre. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo considera el problema de salud pública más grave del siglo XXI a nivel mundial.

La lucha contra la obesidad infantil se libra desde las administraciones –con leyes que favorecen la alimentación sana– y desde la educación –con planes educativos que promueven hábitos de vida saludable– pero, sobre todo, desde el ámbito familiar, pues es en casa donde los niños aprenden a comer y donde se forjan sus hábitos y rutinas.

¿Qué consecuencias tiene la obesidad infantil?

A corto plazo, según alertaron médicos que asistieron al II Congreso Iberoamericano Nutrición del Niño y del Adolescente que se celebró en Granada en diciembre de 2012, los niños con sobrepeso tienen más dolor en músculos, articulaciones y huesos y cuatro veces más posibilidades de padecer fracturas óseas y luxaciones que los niños con peso normal.

A la larga, los menores con sobrepeso tienden a seguir siendo obesos en la edad adulta y tienen más riesgo de desarrollar diabetes, enfermedades cardiovasculares, cáncer y demencia.

¿Qué puedes hacer para que tu hijo no tenga sobrepeso ni obesidad?

En la obesidad intervienen factores genéticos, sin embargo sus principales causas son una alimentación poco equilibrada, la falta de ejercicio y el sedentarismo. Por eso:

1. La verdura y la fruta deben representar el 50% de la dieta, por lo tanto, incluye al menos 2 raciones de verdura y 2 o 3 piezas de fruta en el menú diario.
   • Una cuarta parte de la alimentación debe estar compuesta por cereales, legumbres, patatas o arroz.
   • Los niños deben comer al menos 4 raciones semanales de pescado y, como mucho, 6 de carne.
   • Reduce su consumo de bollería. Para desayunar y merendar, mejor bocadillos hechos en casa.
   • Modera su consumo de refrescos, patatas fritas, platos precocinados, etc. Resérvalos para días especiales.
2. Confecciona menús equilibrados. Según los expertos, una dieta equilibrada debe cumplir estos parámetros:
   
3. Modera las cantidades que come tu hijo. A menudo se cree que cuanto más coma un niño más crecerá. Nada más lejos de la realidad. Lo mejor es que tu hijo tome raciones medianas con las que se sacie pero no quede excesivamente lleno. Es mejor que haga cinco comidas moderadas que no tres en las que se atiborre.
4. Motívale a hacer ejercicio. Los estudios relacionan obesidad infantil con más horas delante de la televisión y ocio sedentario (videojuegos, etc.). Por eso es importante no solo que tu hijo practique actividades deportivas, sino que en casa promováis un ocio familiar más activo. Así que introducid en vuestras rutinas familiares las excursiones, los largos paseos por la ciudad, etc.
5. Enséñale a comer bien. Expertos en nutrición aseguran que la obesidad se previene si se adquieren hábitos alimentarios saludables durante la infancia. En Arnidol te damos algunos trucos en el artículo: Enseña a tu hijo a comer bien desde pequeño