• Las causas más comunes de las rabietas

En el súper, en el parque o en casa. Tu pequeño se enfada y ¿no sabes por qué? Sigue leyendo.

Cuando menos te lo esperas, tu pequeño te monta una rabieta. No importa dónde estés ni qué estés haciendo. Los niños son impredecibles por naturaleza. Debes acostumbrarte a ello. Aunque es una época pasajera, te vendrá bien tener una estrategia más o menos definida para actuar en estos casos. Te contamos las 5 causas más comunes que las desencadenan y que pueden ayudarte a prevenirlas.

1. Llamar la atención. Al principio, no hay malas intenciones. Sus primeros enfados son para captar tu atención, pero si recibe más de la cuenta se acostumbrará a usarlas como arma para conseguir lo que quiere.

2. Como respuesta a una frustración. Los niños son impacientes y su habilidad es limitada. Cuando algo no les sale bien, se enfadan. Poco a poco irá aprendiendo a canalizar y aceptar estas emociones hasta ahora desconocidas.

3. Querer algo que no puede conseguir. Tu hijo no entiende que las cosas no siempre son como él quiere. Con el tiempo le deberás explicar que no siempre las cosas le saldrán como pensaba.

4. Sentir celos. ¿Tu pequeño tiene hermanos? Seguramente siente celos hacia él. Dale tiempo y no lo dejes de lado.

5. Ser autónomos. A medida que se van sintiendo más independientes, quieren probar su destreza para hacer las cosas por ellos mismos, pero muchas veces no funciona y se acaban enfadando. También es cuestión de tiempo. El aprendizaje les ayudará a mejorar sus habilidades y a entender que a veces no todo es fácil.

Si te ha parecido útil este artículo, no te pierdas Cómo decir basta a las rabietas con respeto y 5 claves para controlar las rabietas de tu pequeño.

 

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