- marzo 24th, 2023 |
Qué hacer si tu hijo tiene un moratón
Por qué aparece un moratón y cómo aliviarlo con crema de árnica para golpes en niños
Si contásemos las veces que se dan leves golpes nuestros peques, nos sorprenderíamos. Y es que la infancia es una etapa muy bonita, de descubrir mundo, y las consecuencias pueden ser alguna pequeña caída. Pero es una buena señal, ya que muestran su sentido por la curiosidad, desarrollan la psicomotricidad, etc. Un leve golpe puede producir un moratón, y es cierto que en cuanto lo vemos pensamos “¡Mecachis!”. Pero no te preocupes, te vamos a explicar qué puedes hacer si tu hijo tiene un moratón.
Por qué aparece un moratón después de un leve golpe
Un moratón aparece cuando tu hijo se ha lesionado en una zona de la piel, debido a una caída o debido a darse un golpe contra algo. Los vasos sanguíneos que se encuentran entre la piel y otros tejidos del cuerpo se dañan y la sangre no puede salir al no haber una herida abierta y se acumula debajo la piel ocasionando el moratón. Con el tiempo, ese moratón cambiará de color, a medida que la sangre que se encuentra debajo de la piel se descomponga hasta que se cure.
Los colores de un moratón y sus causas
¿Sabías que puedes calcular cuánto tiempo tiene el moratón de tu hijo según el color? A medida que el leve golpe va sanado y descompone hemoglobina, o el compuesto que le da a la sangre el color rojo, el cardenal cambiará de color.
También es cierto que el color de la piel de una persona afecta la apariencia de un cardenal. Personas con tonos de piel medio observan más color rojo y amarillo en su cardenal, en cambio, las que tienen una piel de tono más oscuro se muestra más oscuro.
Un moratón pasará por los siguientes colores:
- Normalmente, empieza con un color rojo, ya que la sangre fresca rica en oxígeno se ha acumulado debajo de la piel.
- Después de uno o dos días, la sangre comienza a perder oxígeno y cambiar de color. Si tiene unos cuantos días, el moratón muestra un color azul, morado, o incluso negro.
- Más o menos de cinco a diez días después del golpe, un cardenal cambia de color amarillo a verde debido a los compuestos llamados biliverdina y bilirrubina que su cuerpo produce cuando descompone la hemoglobina.
- Si ya han pasado entre 10 y 14 días, cambiará a un tono amarillento-café o color café claro. Cuando vemos que el cardenal ha cambiado a ese color café claro ya empieza a desaparecer. Como puedes ver, puede durar aproximadamente dos semanas.
En algunas personas el cardenal permanece más tiempo porque su tejido es más resistente.
¿Me debo preocupar por un moratón?
Un moratón no debería ocasionar mucha preocupación, ya que normalmente son fruto de una lesión superficial que no requiere atención médica y lo podéis tratar en casa, o en el colegio, en el caso de producirse allí. Si ves que permanece del mismo color, firmeza y sigue causando molestia después de varios días, plantéate acudir a un profesional.
Cómo aliviar un moratón en niños
Cuando tu peque se da un leve golpe, lo que queremos es reducir cualquier molestia ocasionada. Algunas opciones son:
- Usar una venda elástica suave durante el día. Ponle durante los primeros dos días para ayudar a disminuir el moratón y la molestia del pequeño golpe. Estate atenta, ya que debe ser una venda firme, pero no apretada. Si tu hijo nota cosquilleo, entumecimiento o le molesta más seguramente le deberías aflojar la venda o retirarla.
- Usar una compresa de hielo. Una vez te das cuenta de que tu hijo se ha dado un pequeño golpe, puedes aplicar una compresa de hielo en el área durante periodos de 10 a 15 minutos, para reducir la molestia y la hinchazón. Repite el proceso varias veces durante uno o dos días después del leve golpe. Recuerda no aplicar la compresa de hielo directamente en la piel, ya que le podría ocasionar lesiones. Así que envuélvela con un paño o una toalla y aplícala en la zona, de este modo ayudarás a reducir el tamaño del moratón, y evitar que la sangre fluya más. Otras opciones serían usar una bolsa de guisantes o verduras congeladas, que actúan como una bolsa de hielo (también se deberá envolver en un paño), o mojar un paño con agua, escurrirlo y aplicarlo sobre el lugar donde se ha producido el leve golpe.
- Eleva la zona afectada. Esto tiene un efecto parecido al de colocar hielo en el cardenal. Ayudará a evitar que el moratón engrandezca. Intenta que tu hijo tenga la zona donde se encuentra el moratón elevada, y busca una posición cómoda.
- Si no existe una molestia, se pueden realizar masajes. Deben hacerse desde la parte más alejada del corazón a la que se encuentre más cerca. Por ejemplo, si está en un brazo, realizar el masaje de la mano al hombro. De este modo, ayudas a llevar la sangre hacia el corazón para favorecer la circulación.
- Sigue preparando una dieta equilibrada rica en frutas y verduras, ya que así incluirás flavonoides y vitaminas en el organismo de tu peque y ayudarás a que las venas estén más fuertes y se rompan menos.
- Crema para golpes en niños. Existe una crema de árnica para golpes que es muy eficaz para los moratones. Alivia de un modo más rápido. Y es que el árnica tiene un superpoder que hace que esté en los botiquines de los colegios y de muchas casas. El árnica para pequeños golpes aporta confort al peque y a su moratón. Esta planta anaranjada, con unas hojas cubiertas por pelos y con un aroma parecido al de la manzanilla es muy efectiva. La crema para leves golpes en niños de árnica actúa como calmante y refresca la zona donde el peque se ha dado el pequeño golpe. Esta crema para leves golpes en niños también contiene Harpagofito, ingrediente también de origen natural. Reconforta la piel de tu hijo con el árnica para leves golpes después del pequeño golpe. Y evítala, sobre todo, en zonas con heridas, mucosas y la piel irritada.
- Dos o tres días después del golpe, puedes aplicar un paño caliente en la zona para ayudar a dilatar los vasos sanguíneos, y así mejorar la circulación de la sangre en el área afectada.
Ahora que ya conoces más sobre los moratones, sus colores y qué hacer si tu hijo tiene un moratón, recuerda que se producen por querer vivir aventuras en su día a día, querer descubrir nuevas cosas, sitios y maneras de hacer. Es una etapa donde los peques se muestran muy activos, y es aconsejable explicarles dónde están los límites pero sin sobreprotegerlos como si se encontraran en una burbuja. No magnifiques las molestias de tu peque por el pequeño golpe sufrido, ya que necesita sentirse seguro. Y céntrate en su curación aportándole una buena dosis de besos, abrazos y cariño. Piensa que cada leve golpe es fruto de una historia, una acción que le ayudará a prepararse para su futuro, así que acompáñale sin asustarlo.
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