• Dos visiones de la crianza natural

Llevar en brazos a tu bebé, destetarle al ritmo que él desee, dormir con él si tiene problemas para coger el sueño… La crianza natural aboga por una educación respetuosa y empática entre los miembros de la familia, con una proximidad que hace que lo que los pequeños de la casa necesiten sea satisfecho pronto y plenamente. Una forma de educar que tiene muchos adeptos, pero que también genera controversia.

 

Rosa Sorribas es gerente de la empresa Crianza Natural, que tiene un portal en Internet donde difunde los principios de esta forma de educar, que ahonda sus raíces en la tradición. Desde la concepción, y pasando por el cuidado y el desarrollo de los hijos, Sorribas define la crianza natural como “el respeto a las criaturas y a su fisiología en el proceso de maduración”, la confianza y el establecimiento de una “comunicación abierta” entre padres e hijos. ¿Existen diferencias entre la crianza natural y otros métodos? Según afirma rotundamente la gerente de Crianza Natural, los niños educados fuera de estas pautas “tienen características diferentes: son más demandantes, no han tenido respeto y lo exigen, son independientes, van a su bola y son más agresivos porque no saben respetar, ya que a ellos no los han respetado”.  “Tener un hijo significa que puedes darle la atención que requiere, que le respetes. Si no puedes estar con él, no lo tengas, se puede vivir muy bien sin tener un hijo. No lo podemos tener como un objetivo en la vida como escribir un libro o plantar un árbol”, concluye.

 

Sin embargo, hay gente que se muestra absolutamente en contra de la crianza natural, calificándola de “una educación que malcría, que hace de las madres unas mártires” y apelando, además, a que “los padres no puede ser totalmente permisivos”. Los expertos, en cambio, son mucho más prudentes, e incluso los que están en contra se muestran muy respetuosos con la manera de educar de los padres, que acaba siendo, al final, personal e intransferible. Francisco Javier Segarra, especialista en alteraciones del sueño y coordinador de la Clínica de Sueño Estivill (y, por tanto, seguidor del conocido método del mismo nombre), insiste en que recursos como coger en brazos al niño para dormirle, cantarle una canción o dar paseos por la casa son ineficaces. “Todos estamos biológicamente preparados para dormirnos solos”, afirma en una entrevista con Arnidol  (LINK A Charlas Arnidol/Expertos/Francisco Javier Segarra). Él, al igual que diversos especialistas en el mundo de la psicología y la pediatría infantil  (LINK A Cuídale, protégele/Protección/Discernir bien y mal), está a favor de que los padres marquen ciertos hábitos y rutinas en aspectos como el sueño y las comidas, por ejemplo, para corregir los comportamientos incorrectos o perjudiciales. 

 

¿Nuestro consejo? Que te informes bien y eduques a tu hijo como creas y sepas. A veces, la realidad trasciende los métodos. Infórmate y coge de cada uno lo que más te convenga. Nadie nace aprendido, pero te convertirás en madre a medida que lo eres. Y la relación irá creciendo…

 

Y tú, ¿cómo has educado a tu niño? ¡Comparte tu experiencia con nosotros!

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