• Mamá, papá: ¡quiero jugar rugby!

  • El rugby es un deporte que, al contrario de lo que se piensa normalmente, no es violento y donde se enseña a trabajar en equipo ¡Dale una oportunidad!

Si, por casualidad, algún día tu hijo o hija pronuncia esta frase estarás de enhorabuena. El rugby es un deporte que cuenta con un montón de ventajas que puede que desconozcas. Te las contamos a continuación.

Ventajas de la práctica del rugby

En los últimos años, la práctica del rugby se ha generalizado, especialmente en la infancia. En la base de este fenómeno está el espíritu educativo que se transmite junto con las reglas del deporte en sí. Respeto por el árbitro y los oponentes, sin dejar a nadie atrás, el deseo de jugar por diversión, la consideración de los jugadores del otro equipo son algunos de los valores que transmite.

El rugby tiene todas las características positivas del deporte de equipo: enseña a ser parte de un grupo; llegar a acuerdos; compartir victorias y derrotas; a socializar, especialmente a aquellos peques que son individualistas; y, finalmente, a crecer siguiendo las reglas.

Cualquier niño o niña puede practicar rugby sin problema; ni siquiera se necesita un tipo de cuerpo en particular porque en un equipo hay espacio para todos: ¡desde el robusto, al ágil o rápido!

«Pocos deportes como el rugby parecen preocuparse por la formación humana: un deporte que combina el juego en equipo, el contacto físico, la velocidad, la agilidad y la fuerza».

¿Por qué elegir rugby?

Estos son algunos de los motivos por los que elegir rugby es una buena idea.

1) Todos (o casi) en el campo

En los últimos años, el rugby ha crecido especialmente en edades comprendidas entre los 6 y los 12 años. Probablemente una de las razones que atrae a los peques tanto es el tamaño del grupo: juegas con 13 jugadores y hay un máximo de seis y un mínimo de tres en el banquillo.

2) Se enseña el respeto, también hacia el árbitro

Otra regla que caracteriza a este deporte y lo diferencia, por ejemplo, del fútbol, ​​es que nadie más que el capitán puede hablar, y mucho menos desafiar al árbitro. Si alguien lo hace todo el equipo es penalizado. Todos pagan por la altanería de uno.

3) Promueve el desarrollo motor de los niños

Hasta 12 años, en la fase de «propaganda» se juega sin puertas, sin melés (scrums), sin «touche», sin golpes y con un número reducido de jugadores, niños y niñas juntos. A esta edad, lo importante es desarrollar los esquemas motores. Por esta razón, el entrenamiento consiste en enseñar a correr, saltar, rodar, caer, etc. Se aprenden funciones que pueden ser útiles en todas las actividades deportivas.

4) Ganar significa jugar bien

Rugby quiere enseñar a los más pequeños que ganar es participar. Los niños deben jugar por diversión. Ganar significa asignar una tarea a cada niño o niña y que cada uno lo consiga. No hace falta ganar el torneo. Un deporte de equipo para niños que apuntan solo a la victoria inevitablemente sacrificará a los niños menos dotados.

5) Educar a los padres

Uno de los principales problemas de quienes enseñan un deporte es la actitud de los padres. En el fútbol, ​​por ejemplo, hemos visto que esta presencia puede ser muy pesada. Incluso en el rugby, con la llegada de padres que no conocen los fundamentos de este deporte, estos comportamientos se están extendiendo. Una de las prioridades de los clubes y entrenadores es cambiarlo.

6) No solo los niños, el rugby en femenino

Las niñas también están cada vez más presentes, especialmente en minirugby. Alrededor de los 14 años su número disminuye. A esa edad los equipos deben ser exclusivamente formados por niñas y no siempre hay suficientes para formarlo.

Es un fenómeno que debería alentarse, también porque las niñas pequeñas muestran inclinación por este tipo de deportes. Además, en los niveles altos, el rugby femenino es más técnico, menos fuerte y, por lo tanto, mucho más interesante.

7) La tercera parte: no hay enemigos

Es un fenómeno único en la escena deportiva. La tercera parte es el momento de convivencia después del partido. Y en minirugby es aún más importante: los niños confraternizan con sus adversarios y sus padres, hacen amigos y todos son felices. Todos traen comida y montan una verdadera fiesta.

Con la tercera parte, el rugby enseña a los más pequeños que se trata de un juego, en el que hay que comprometerse. Pero también que, sobre todo, se divierten con los oponentes.

8) No es un deporte peligroso, enseña a caer sin lastimarse

Rugby es un juego de contacto tanto con el suelo como con el oponente, por lo que el riesgo de lesión está ahí, pero no más que en otros deportes. El rugby que vemos en la televisión, con sus acciones espectaculares, no es lo que se enseña a los peques. En el minirugby están prohibidas las maniobras más arriesgadas: no hay “scrum” e incluso los «golpes» están prohibidos. Los entrenadores enseñan a los movimientos a realizar estas acciones, pero sin aplicarlas. También se explica a los pequeños cómo caer sin hacerse daño. Algo muy importante.

¿Conocías todas estas ventajas del rugby? ¿Te animas a proponerle a tu peque que lo pruebe?

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