• ¿Qué colores atraen a los mosquitos?

  • Descubre si tu ropa es culpable de que los mosquitos te piquen más

Con la llegada del calor, echamos mano de nuestra ropa más colorida para disfrutar del buen tiempo. Los días de piscina o playa, se continúan con paseos a última hora de la tarde cuando el sol no aprieta tanto. Pero el verano tiene una cara B, que todos sufrimos en mayor o menor medida: la aparición de los mosquitos. ¿Tú tampoco los soportas? Ni a ellos, ni a sus molestos zumbidos. Pero sobre todo, no aguantamos sus picaduras. ¿Tienes esto en cuenta a la hora de elegir la ropa de los peques?, ¿y la tuya? Según los científicos, los mosquitos se sienten atraídos por algunos tonos concretos. Al parecer, les encanta el reflejo de la luz de ciertos colores. ¡Te contamos los motivos y los pigmentos que les atraen para que la ropa no termine atestada de estos bichitos indeseables.

Estos son los colores que más atraen a los mosquitos

Un estudio reciente de la Universidad de Washington1  publicado en la revista Nature revela que ciertos colores son más atractivos para los mosquitos. Este hallazgo resulta crucial para entender mejor el comportamiento de estos insectos y cómo podemos protegernos de sus picaduras.

  • Colores oscuros: Los colores oscuros, especialmente el negro, son muy atractivos para los mosquitos. Estos colores absorben más calor, lo cual podría ser una razón de su preferencia. 
  • Rojo y naranja: Los mosquitos muestran una gran afinidad por los colores rojo y naranja. Estos tonos, similares a las longitudes de onda de la piel humana, los hacen más propensos a atraer a estos insectos. 
  • Cian: Sorprendentemente, el color cian también figura entre los favoritos de los mosquitos. Este color, aunque no tan común en la vestimenta diaria, debe ser evitado si se busca reducir las picaduras. 
  • Colores claros: Los colores claros, como el blanco, no parecen atraer a los mosquitos. Sin embargo, su efecto neutral solo es evidente en ausencia de dióxido de carbono (CO2). 
  • Presencia de CO2: La atracción de los mosquitos hacia ciertos colores es significativamente mayor cuando hay dióxido de carbono presente. El CO2 es un indicador para los mosquitos de la presencia de un ser humano o animal. 

En conclusión, para reducir las picaduras de mosquitos, es recomendable evitar vestir colores oscuros, rojos, naranjas y cian. Aunque cambiar el color de la ropa no nos protegerá por completo, es una medida adicional junto con el uso de repelentes y la protección física adecuada.

El mito de que los colores chillones atraen a los mosquitos

Si piensas que la elección de los colores de la ropa a la hora de practicar una actividad determinada no importa, ¡estás equivocada! Según el plan que hagas con los peques, no solo tendrás que elegir el atuendo adecuado, sino también los colores. No es lo mismo acudir a la piscina, a un compromiso familiar, que hacer actividades al aire libre. Y seguro que no quieres que la ropa de tu hijo o hija se convierta en la perfecta diana para los mosquitos.

Una leyenda urbana, bastante común, dice que los mosquitos acuden a los colores más chillones en busca de sus víctimas, ¡pero esto es todo un mito! Aunque los mosquitos se guían por la vista para localizar sus objetivos a distancia, no es la única forma que tienen para hacerlo. ¿Sabías que el grupo sanguíneo es fundamental en su elección?

En cuanto a los colores, los claros, como el blanco, los tierra y los pasteles, son una barrera de protección contra los mosquitos. Al parecer tienen predilección por los colores oscuros y sienten adoración por el negro y el rojo. Hasta en eso se les nota el parentesco chupasangre con Drácula.

Ya sabes, sustituye los tonos oscuros por colores claritos que, además, evitarán que paséis calor. Pero si finalmente, os pican ¡Arnidol Pic al rescate!

¿Conoces alguna otra técnica para repeler los mosquitos?

 1Alonso San Alberto, D., Rusch, C., Zhan, Y., Straw, A. D., Montell, C., & Riffell, J. A. (2022). The olfactory gating of visual preferences to human skin and visible spectra in mosquitoes. Nature Communications, 13(1), 555. https://doi.org/10.1038/s41467-022-28195-x

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