• Cómo evitar que el cuerpo se enfríe

Definitivamente, nos dirigimos hacia la época más fría del año. En otoño el tiempo cambia, ya no se admiten mangas cortas ni sandalias. En su lugar, sacamos los fulares y las bufandas, desempolvamos los guantes y los gorritos de lana y cambiamos a primera línea de armario las chaquetas, los jerseys y los abrigos. Sin olvidarnos de la protección solar que, aunque haga frío, el sol puede dañar igual.

En algunas casas ya tenemos encendida la caldera y los planes de chimenea con chocolate caliente comienzan a ser recurrentes. La nariz se enrojece y escuchamos algún que otro estornudo. Han bajado nuestras defensas a la misma velocidad que lo ha hecho la temperatura.

Evitar que el cuerpo se enfríe

Para sobrellevar las bajas temperaturas, lo mejor es cuidarnos por dentro, pero también por fuera.

Un truco de los de la abuela que siempre funciona es vestirse a capas. Sí, los peques también. Piensa que es más fácil quitarse prendas que pasarse el día tiritando por el frío. Aunque, ojo, no olvides etiquetar cada una de ellas. Que ya se sabe, los coles a veces son como las lavadoras con los calcetines. Por si acaso es mejor que todo vaya debidamente identificado. ;) Camisetas interiores, camisetas de manga larga y sudaderas o jerséis serán tus aliados. Y si en tu zona el frío ya está pegando fuerte, no te olvides de los gorros y bufandas. Ande yo caliente…

En esto del frío los pies son importantísimos. Reza una creencia popular que tener los pies fríos asegura pescar un buen catarro. Y conocemos a alguno que lo ha comprobado. Así que no descuides esa parte del cuerpo. Unos calcetines y un calzado adecuado a la climatología local se hacen fundamentales. Zapatillas de deporte y nieve, por ejemplo, no son buenas amigas.

En el cole…

Asegúrate de que tus hijos siempre tengan a mano un almuerzo adecuado. Con el frío, el cuerpo necesita energía para rendir y no sentirnos cansados. Ahora es época de frutos secos. Dependiendo de su edad puedes incluir en su mochila un puñado de almendras o nueces. Tanto el cuerpo como esa cabecita que tanto ejercitan en el cole aprovecharán su energía.

Masajes

En esta época, una buena opción son los masajes. A veces usamos un gel como Arnidol Active Gel, con ingredientes de origen natural y ecológico, que ayuda al músculo pero también hidrata, suaviza y calma nuestra piel y la de los peques. Podemos aplicarlo siempre que queramos, efectuando un suave masaje. Notarás cómo las tensiones se liberan poco a poco hasta que consiguen relajarnos. Tanto para mayores como para pequeños a partir de tres años, es una buena forma de relajar las músculos en caso de hacer un sobreesfuerzo, como un deporte. Y nada mejor que echarse una mantita por encima para no destemplarse después y disfrutar del efecto frío.

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