¡Cuidado con las escaleras!

Las escaleras se convierten en un quebradero de cabeza para las madres y padres en cuanto que sus peques comienzan a reptar o caminar. Si temes el momento en que tu hijo o hija se enfrente a las escaleras, te dejamos algunos consejos que pueden ayudarte para que estés preparada o preparado. Además, tampoco te vendrá mal echar mano del superpoder de la paciencia para no levantar la voz cada vez que veas el peligro acercarse.

Pon una puerta protectora o rejilla

Si tienes escaleras en casa es importante que busques algún mecanismo que impida el acceso a las mismas, ya sea una puerta protectora, rejilla o similar. Has de tener en cuenta que algunas están preparadas para ir a presión en los dinteles y no se pueden instalar en escaleras con barrotes, así que míralo bien cuando vayas a comprarla.

No les dejes jugar en la zona

Con los peques toda precaución es poca, así que no le dejes jugar en la zona de las escaleras si quieres evitar el desastre. Eso incluye la propia escalera, pero también las zonas adyacentes, que a la mínima que te despistes, se mueve y ¡ya la hemos liado!

Vigila que no haya juguetes ni otros objetos olvidados en las escaleras

Con niños ya se sabe, nada permanece en su lugar demasiado tiempo. Si tu pequeño explorador es de los que va lanzando las cosas a su paso vigila que ninguna de ellas se quede en la escalera y pueda provocar un tropezón indeseado.

Enséñale a usar el pasamanos (o instálalo si tienes escaleras en casa y no tienen)

Si tu peque ya camina, y empieza a querer bajar las escaleras por sí mismo, es importante que le enseñes a usar el pasamanos.  Podría evitar una caída si está sujeto. Y si tienes la escalera en casa, instala uno. También será bueno para tu propia seguridad.

Presta atención a que la escalera esté bien iluminada

Parece una obviedad, pero las zonas oscuras en las escaleras pueden provocar tropiezos y caídas. Vigila que estén bien iluminadas.

Enséñale a bajar

Quizá éste debiera haber sido el primer consejo porque es el más importante. En cuanto empiece a mostrar interés por subir y bajar supervisa su evolución mientras fomentas su autonomía. Cuanto antes le enseñes menos sufrirás ;).