- diciembre 13th, 2013 |
El sueño infantil es uno de los problemas estrella entre los padres. ¡Os contamos cómo afrontarlo!
Cada día es un día diferente en el mundo del bebé y lo que hoy puede ser perfecto, mañana puede no funcionar. Intenta seguir siempre el mismo ritual antes de llevar a tu pequeño a dormir y conoce las distintas opciones que tienes. Pero ten en cuenta que cada día va a ser diferente.
Cuando nace un bebé no tiene unos patrones de sueño establecidos. Piensa que cuando estaba en el útero, dormía cuando quería. Es frecuente que los fetos duerman durante el día, que es cuando tú más te mueves, y estén despiertos durante la noche. Por eso, es habitual que sintieras que te daba pataditas por la noche. Cuando nacen, tienen que adaptarse a vuestros hábitos y eso te va a llevar algo de tiempo.
El sueño infantil es uno de los temas más duros de la crianza. Es normal que durante los primeros meses te pases las noches sin dormir más de 3 horas seguidas. Tu bebé necesita comer a menudo y no tiene todavía una rutina del sueño establecida. Poco a poco, deberás irle enseñando que debe dormir durante la noche y estar despierto, cada vez más horas, durante el día.
¿En la cuna o con vosotros?
Ésta es una pregunta que seguramente os habréis hecho alguna vez. ¿Dónde debe dormir el bebé? Debe tener su propia cunita o moisés, pero puede ser que en ocasiones os pida dormir con vosotros. Podéis decidir colocar el moisés en vuestra habitación o directamente optar por el colecho. Piensa que ha estado 9 meses en un espacio muy reducido y protegido y se puede sentir desamparado. Es completamente normal.
El colecho es una práctica muy antigua que consiste en que el bebé duerma con vosotros en vuestra misma cama o bien en una cuna adosada a ella. No hay un consenso respecto a sus ventajas e inconvenientes. Ni siquiera entre los pediatras existe una respuesta unánime.
Pros y contras del colecho
Los partidarios de esta práctica aseguran que dormir con el bebé establece un vínculo emocional más fuerte entre padres e hijos. Como consecuencia, los pequeños podrán tener relaciones seguras y empáticas cuando sean mayores.
En cuanto a la lactancia materna, la ventaja es indiscutible. Practicando el colecho, la lactancia es más fácil tanto para la madre como para el hijo y se acostumbra a prolongar durante más tiempo. Los bebés que duermen en habitaciones separadas reciben menos tomas por motivos obvios. De esta manera, el bebé puede mamar más a menudo para lograr consuelo y alimento.
Los detractores, en cambio, insisten en los peligros para la seguridad del bebé que puede comportar esta práctica, como recibir algún golpe o pasar demasiado calor.
Sea cual sea la decisión final, es importante que la toméis vosotros mismos y os mantengáis firmes. Es una elección personal e intransferible y dependerá del modelo de crianza que escojáis para vuestros hijos. No cambiéis de opinión por la noche a las 3 de la madrugada cuando vuestro bebé no os deje dormir. A veces es duro, pero vale la pena hacerlo bien. Además, esta etapa es temporal. ¡No te preocupes que pronto tu bebé aprenderá a dormir toda la noche!
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