- abril 6th, 2013 |
Francisco Javier Segarra
Francisco Javier Segarra atiende a Arnidol en su despacho de la prestigiosa Clínica del Sueño Estivill, situada en unos bajos de la zona alta de Barcelona. Al entrar, muchos pacientes de diferentes edades esperan su turno. La amabilidad, gentileza y sencillez de Segarra hacen que la entrevista parezca una conversación informal donde se huye de tecnicismos. Hay una idea que prevalece por encima de las otras: la mejor manera para resolver un problema de sueño infantil es que “los adultos marquen unos hábitos y rutinas”. Y una de estas rutinas es no hacer nada para dormir al niño porque “las personas nos dormimos espontáneamente y solas de manera natural”.
¿Qué entendemos por sueño normal o natural en los niños?
F.J. Segarra: Todos nacemos con una carga genética y biológica que nos marca unos determinados patrones. Uno de ellos es el patrón del sueño y la vigilia. A medida que el niño se va haciendo mayor, aumenta su cantidad de sueño nocturno y se van eliminando progresivamente las siestas de después de las comidas. Este el proceso normal, biológico.
¿Es el llanto uno de los indicadores de dificultad para conciliar el sueño?
F.J.S.: No. Un niño de dos o tres meses se despierta llorando cada tres horas para comer. Esto no es un problema de sueño, es lo que tiene que hacer.
¿Cuándo nos encontramos con un problema de sueño? ¿Cómo lo detectamos?
F.J.S.: A partir de los 6 o 7 meses de vida del bebé, el sistema nervioso ya está preparado para dormir 10 o12 horas del tirón. Si el niño se despierta continuamente y necesita la ayuda de alguien o de algo para conciliar el sueño, estamos ante un problema de sueño.
¿A qué se debe un problema de sueño?
F.J.S.: Puede ser un problema médico, de tipo conductual o específico, como los problemas respiratorios y las apneas infantiles.
¿Y, en este caso, a qué profesional deben acudir los padres?
F.J.S.: El profesional de referencia siempre es el pediatra. Este debe decidir si el niño ha de ser tratado o no. Si él no puede ponerle una solución, le derivará a una unidad del sueño donde se tratará de forma más concreta su problema específico.
¿Qué efectos tiene el no tratar las alteraciones del sueño como es debido?
F.J.S.: Es fundamental tratarlas bien, porque si no, tendrán repercusión sobre el desarrollo cognitivo y físico del niño y sobre el desarrollo anímico de los papás. La relación entre hijos y padres puede degradarse muchísimo. Además, si los problemas son de tipo conductual y no se resuelven, pueden pervivir en el futuro, cuando el niño se convierta en adulto.
¿Qué incidencia tiene el comportamiento de los padres?
F.J.S.: El 30% de niños tienen insomnio, y de estos, el 90 o 95% lo sufren por causas de tipo conductual, no médicas. Quienes marcan los hábitos y las rutinas son los padres y es a ellos a quienes los médicos debemos enseñar cómo modificar las pautas que sean incorrectas.
¿De qué pautas estamos hablando?
F.J.S.: La pauta más importante es que los padres deben evitar hacer cosas para dormir al niño. Tienen que hacer todo lo que sea necesario para tranquilizarlo, pero no inventarse nada para dormirlo, porque las personas nos dormimos espontáneamente y solas. Es un proceso natural, espontáneo.
¿En qué consiste el método progresivo que explica Estivill?
F.J.S.: En explicar a los padres cómo aplicar al niño esta serie de reglas para que aprenda a dormirse solo. Las conductas adecuadas hay que reforzarlas; las conductas inadecuadas hay que ignorarlas. Ignorar una conducta no significa ignorar al niño. No lo debemos dejarle llorar toda la noche, es una crueldad. Hay que entrar en su habitación las veces necesarias para tranquilizarle, para arroparle, para acariciarlo, pero no para dormirlo.
¿Y de verdad funciona?
F.J.S.: Si se hace de forma progresiva en una semana, máximo diez días, el problema se ha resuelto, siempre y cuando el diagnostico oficial sea el correcto. Es decir, siempre y cuando tenga un insomnio de tipo conductual y no otro tipo de problemas del sueño.
¿No recetáis medicamentos?
F.J.S.: Nosotros somos totalmente contrarios que los niños tomen medicamentos. Se deberían evitar a toda costa, sobretodo para dormir.
¿Existe alguna teoría que sea universal y asentida?
F.J.S.: Que los humanos estamos diseñados así no es discutible, no depende de ningún modelo. Otra cosa es cómo solucionar los problemas de sueño. Aquí hay mucha controversia. El modelo que proponemos nosotros se basa en la evidencia científica y es demostrable su eficacia clínica a largo plazo y la ausencia de efectos secundarios.
¿Por qué deberían las madres y los padres aplicar vuestro método?
F.J.S.: Yo les pediría sobretodo que se informen bien donde exista información veraz para saber qué hacer o qué están haciendo. Foros científicos, comunidades médicas, asociaciones de pediatras… Hay que filtrar toda la información que hay. Y si tienen dudas, que consulten a un especialista concreto. Hay que entender que hablamos de la salud del niño, no de una cosa banal.
La Clínica del Sueño Estivill, donde trabaja Francisco Segarra, está ubicada en la calle Rosales de Barcelona y es adscrita al Hospital Universitario Quiron- Dexeus y al Hospital General. Creada por el conocido Doctor Eduard Estivill, fue la primera unidad de alteraciones del Sueño de carácter privado en España. El actual coordinador, Segarra, culminó su formación con un máster en psicología clínica y de la salud y un postgrado en neuropsicología clínica.
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