Hacer hueco para los juguetes nuevos, ¿misión imposible?

La época más mágica del año ya está casi aquí. En menos de una semana estaremos inmersos en la vorágine de comilonas y regalos. ¡Regalos! ¿A ti también te tiemblan las piernas al escucharlo? Papá Noel y sus Majestades ya casi están de camino, cargaditos de presentes. Y, claro, con todo lo que reciben los peques es para ponerse un poquito nervioso. Hacer hueco para los juguetes nuevos parece muy difícil, pero no lo es… si tienes las claves. ¡Te las contamos!

4 acciones con las que hacer hueco para los juguetes nuevos es fácil

Sí, has leído bien. Hacer hueco para los juguetes nuevos solo requiere de cuatro acciones. Son sencillas y están al alcance de cualquiera. Pero, como todo, requieren de continuidad para crear el hábito. ¿Quieres descubrir cuáles son?

• Revisar. La primera y más fundamental. Hay que saber qué tenemos y en qué estado está para poder ponerse manos a la obra. Sacad los juguetes de sus escondrijos y clasificad. ¿Te suena demasiado grande? Puede, pero es la mejor manera de hacerlo. Que tus hijos o hijas participen de la acción es fundamental si quieres evitar lágrimas después. ¿Nunca has hecho «desaparecer» algo y han preguntado por ello después? Pues eso. Entre todos, tendréis que ver qué está roto y cuáles son aquellas cosas con las que ya no juegan.
• Reciclar. Cuidar un poquito más del mundo está en nuestras manos. Cuando tengáis listo el montón de los juguetes rotos será el momento de reciclar sus piezas. Repasa las indicaciones respecto a los materiales y ¡a separar! Eso sí que son superpoderes fáciles de activar.
• Ordenar. Mantener los espacios ordenados ordena la cabeza, dicen por ahí. Así que, con todo desperdigado, llega el momento de buscar un sitio a cada cosa.  Y ese sitio tendrá que ser para siempre. También verás si es el momento de renovar cajas de almacenaje o cestos que ayuden a mantener el caos controlado.
• Donar. Ayudar nos hace un poquito más grandes por dentro. Anima a tus hijos e hijas a regalar aquellos juguetes en buen estado que ya no usen. Puede que al principio les cueste, pero seguro que pronto descubren lo bien que se sienten haciéndolo. Además, en Navidad suelen organizarse entregas con voluntarios, quizá podáis participar en alguna y ver la sonrisa de otros niños al recibir sus presentes «nuevos».

¿A qué no era tan complicado? Si para que entre algo nuevo ha de salir algo viejo… ¡antes hay que hacer sitio! Montad un zafarrancho y disfrutad de la liberadora sensación de tirar. A ver si hay suerte y los peques se enganchan. ¿Deseando recibir los juguetes nuevos?