Intolerancia o alergia alimentaria

Son frecuentes entre los niños pequeños. Te aclaramos algunos conceptos.

En los últimos años, cada vez se diagnostican con más frecuencia en nuestro país intolerancias o alergias alimentarias en niños pequeños. ¿Sabes cuál es la diferencia entre ambas? Básicamente que en las intolerancias no interviene el sistema inmunológico, el principal elemento de defensa de nuestro cuerpo, y en las alergias, sí. ¿Cómo? En las reacciones alérgicas pueden aparecer enrojecimientos cutáneos, picores o ronchas en la piel. Si los síntomas se reducen únicamente a náuseas, vómitos, diarrea o dolor abdominal, puede llegar a ser difícil diferenciar si se trata de una intolerancia o una alergia. Consulta con tu especialista en estos casos.

Ambas pueden surgir durante los primeros años de vida, a veces porque el intestino todavía no está preparado para absorber determinados alimentos. En muchos casos, desaparecen con el tiempo.

Las intolerancias alimentarias más frecuentes

Algunas de las intolerancias más comunes las provocan:

– La lactosa (el azúcar de la leche). Se produce cuando no hay una cantidad adecuada de la encima responsable de digerirla en el intestino delgado. Entonces pasa al intestino grueso donde fermenta y puede provocar dolor abdominal, flatulencia y diarrea.

– La fructosa y la sacarosa (el azúcar presente en la fruta y zumos de miel y cereales). Es más frecuente en personas intolerantes a la lactosa. Y se da por el mismo motivo que la anterior: por una ausencia de la enzima que las debe digerir. Estas dos intolerancias se pueden diagnosticar con un test de aliento.

– El gluten (proteína que se encuentra básicamente en el trigo, la avena, la cebada y el centeno). Cuando el intestino delgado no puede digerirlo se produce una inflamación intestinal crónica llamada celiaquía. Entre los síntomas más habituales se encuentran la pérdida de peso y apetito, náuseas, vómitos y diarrea. Las personas que lo padezcan deberán substituir los alimentos que contengan gluten por otros como el arroz, el maíz, el mijo, la quinoa o el trigo sarraceno.

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