• Superpoderes para afrontar la preadolescencia

  • Maribel Gámez, del club de las Malasmadres, nos explica la importancia de esta etapa y cómo escuchar a nuestros hijos e hijas

Maribel Gámez fue la experta que impartió el último taller del ciclo que hemos realizado en colaboración con Malasmadres. Nos dio las claves para llenarnos de superpoderes para enfrentarnos a la preadolescencia sin morir en el intento. Y empezó con un grito de guerra: ¡hay esperanza! Este es el resumen de lo que nos contó.

La preadolescencia… ¡ese momento!

La adolescencia y preadolescencia son algo que no ocurren solas, sin más,  y nuestros hijos e hijas necesitan mucho a los adultos para superarlas. Es muy importante tener en cuenta que las etapas por las que pasan desde pequeños, si no se estimulan, no se resuelven. Como el típico caso del amigo de cuarenta años que creemos que se ha quedado en la edad del pavo, por ejemplo. Que cada etapa se resuelva depende de padres y madres.

Hay que tener en cuenta tres superpoderes en la adolescencia.

  1. El poder de la naturaleza. Que se manifiesta, primero, en el cambio físico. Se empieza a preparar al niño o niña para que, en un periodo medio o largo, sea un adulto y esto supone, hormonalmente, una revolución brutal. Él o ella se siente un poco como el monstruo de Frankenstein, es mejor explicarle por qué está cambiando y cuánto va a durar. Tras ese cambio físico viene lo más problemático: el cambio psicológico. De pronto, ha dejado de ser un niño, va a ser un adulto, y las exigencias que va a tener que afrontar después van a ser de adulto. Tiene que estar preparado para esto.
  2. El contexto (colegio, instituto, casa) dependiendo de cómo sea también se lo va a poner más difícil al adolescente.
  3. Acúerdate de tu experiencia. Padres y madres tienen mucho miedo a que algo horrible ocurra en la adolescencia. Para entrentarse a él hay que saber definirlo o acotarlo. Hay que revisar los miedos y comprobar si tienen una base real.

Hay una característica de la relación madre-hijo que hace que no les perdamos en la adolescencia: la confianza. La confianza es algo que se gesta con el paso del tiempo, se cultiva poco a poco. Cuando al adolescente le surge algo que considera gordo revisa los adultos que tiene en su entorno. Si no encuentra ninguno en quien confiar acude a otros adolescentes… que están tan perdidos como él. Pero si tiene un referente en quien confía, será a quien acuda.

Los retos de la adolescencia

La adolescencia es tan difícil para los adolescentes porque tienen que resolver algunos retos complicados. Son los siguientes.

Aceptar los cambios físicos de la pubertad

Hay que ayudarles, desde un buen manejo emocional propio. En esta época es cuando se pueden desencadenar los desórdenes alimentarios porque hay muchas niñas, sobre todo niñas, cuya autoestima está basada en el cuerpo. Es importante ayudarles a basar su autoestima en otras cosas y darles otros referentes y presentarles diferentes tipos de mujeres exitosas. También, hay que enseñarles a ser críticos con los mensajes que les llegan y hacerles conscientes de que darle tanta importancia al cuerpo puede hacer que se pierdan cosas divertidas.

Relacionarse de manera eficaz con ambos sexos

Entra en juego la manera en que padre y madre se relacionan con los demás. Para ello, hay que fomentar actividades que promuevan la sociabilidad y poner en duda los estereotipos de género.

Desarrollar una forma de pensar, ideología y valores propios

En definitiva, alcanzar una independencia psicológica y moral. Para conseguirlo revisan la forma de pensar de madre y padre a través del conflicto. Sí, el adolescente discute, si no lo hace no es un adolescente. Así aprenden cómo se resuelve y si hay final feliz para él. Cuando el conflicto llega hay conocer cuáles son los motivos de su comportamiento y tener habilidades de diálogo. Otro aspecto fundamental es tolerar la distancia, cuando la quiera, y acompañar en los errores.

Definirse sexualmente y buscar pareja

Los adolescentes prueban. Tienen que descubrir lo que les gusta. Padres y madres tenemos que ofrecer una aceptación incondicional, sientan lo que sientan y digan lo que digan. También es necesario facilitar información a nivel sexual. Y si llegan las confidencias, escuchar. Si un adolescente habla con su madre o padre de su relación sexual es que tienen una confianza brutal. En cuanto al modelo de pareja, lo aprenden en casa, repetirán los comportamientos que ven en sus progenitores.

Elegir una carrera profesional

Hay madres y padres que tienen muy claro lo que sus hijos van a ser. Y si ellos deciden ir por otro lado se crispan. La clave está en ayudarles a saber qué quieren ellos y guiarles sin imponer. Porque si hacen lo que les gusta lo van a hacer bien. Si tenemos posibilidad, hay que dejarles que experimenten y prueben con las profesiones, para que puedan valorarlas, y tolerar sus dudas y cambios.

Sentirse aceptados y reconocidos en el grupo y en la familia

Como madres y padres hay que ser flexibles con las reglas. Saber castigar, de forma proporcional sin dejarnos llevar por el enfado y llegar a acuerdos en la pareja. Es una época en la que se hace un máster en negociación: con los adolescentes todo es negociar, negociar y negociar. Por último, algo que acerca mucho a padres y adolescentes es que los primeros sean capaces de reconocer los errores y pedir perdón.

Señales de alarma

En la adolescencia hay algunas señales de alarma que deben ponernos en guardia. En caso de que aparezcan se recomienda pedir ayuda a un profesional.

  • Cambios en el rendimiento escolar.
  • Dificultad para enfrentarse a los problemas o situaciones.
  • Cambios en los hábitos de comida y/o sueño.
  • Estado de ánimo negativo, tristeza, sentimiento de abandono.
  • Tóxicos.
  • Miedo intenso a ser obeso y restricciones en cuanto a la comida.
  • Pesadillas persistentes.
  • Amenazas de hacerse daño a sí mismo o a los demás.
  • Infringirse heridas.
  • Arranques frecuentes de ira y agresión.
  • Amenazas de fugas de casa.
  • Pensamientos y sentimientos extraños.
  • Comportamiento poco usual.
  • Delirios de ser perseguidos por alguien.

Cuidados para la Malamadre

Hay unos cuidados que son importantes siempre, pero más aún cuando los hijos llegan a esta edad:

  • Apoyo social.
  • Tiempo libre.
  • Delegar.
  • Corresponsabilidad.
  • Temas de conversación.

Desde luego, tal como prometía antes de entrar, Maribel dio un mensaje de esperanza para la llegada de la preadolescencia. Así cerramos este ciclo de talleres que tantas estrategias nos han dado para la maternidad. Con ellas hemos dicho adiós a la culpa, nos hemos empoderado y hemos aprendido cómo enfrentarnos a la adolescencia.

Nuestro Decálogo con de Superpoderes para Malasmadres Empoderadas ya está completo.  Si quieres saber cómo hacer que tu maternidad sea más llevadera, ¡no te lo pierdas!

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