• niño rascándose una picadura de mosquito
  • Todo lo que necesitas saber sobre los contactos con insectos

  • ¿Cuáles son los tipos de mosquito que hay? ¿Por qué pican a algunas personas y a otras no?

Nos pasamos todo el invierno deseando que llegue el calor, pero nos olvidamos de unos amigos indeseados: los mosquitos. Es escuchar su zumbido y ya nos ponemos alerta. ¿Por qué será que suena como si se nos hubiera metido en el oído? Por eso, en este post te contamos todo lo que necesitas saber sobre los contactos con insectos para que no os acribillen este verano.

Mosquitos: tipos, trucos y porqués

Laos contactos con insectos, en este lado del mundo, son incómodas pero, por lo demás, no tienen mayor complicación. Algunos de sus síntomas pueden ser más llamativos en la infancia, porque se trata de la primera vez que el cuerpo está expuesto a su picadura. Seguro que los conoces: enrojecimiento de la zona, hinchazón, ampollas y picor son los más habituales.

Tipos de mosquitos

Los Días de verano de Amaral no contemplaban a los mosquitos como una de las variables estivales. No nos caben todas en un post, así que vamos a hablar de los cuatro tipos de mosquitos más comunes en nuestro país. De esta forma sabrás llamarles por su nombre en cuanto los oigas:

  • Mosquito Común (Culex pipiens): Es la especie más numerosa (y odiada) en España. Suele picar por la noche, atraído por nuestro olor corporal, las bacterias que tenemos en nuestra piel y por el propio dióxido de carbono que expulsamos. Este insecto puede medir entre tres y siete milímetros, y es capaz de sobrevivir en aguas residuales. Las hembras, que son las que realmente pican, pueden poner hasta 1.000 huevos a lo largo de toda su vida.
  • Mosquito Tigre (Aedes albopictus): Si ves que el mosquito que acaba de picarte tiene una línea blanca que cruza su abdomen, no hay duda: se trata del Mosquito Tigre. Es algo más grande que el mosquito común (mide entre cinco y diez milímetros) y, pese a ser un insecto típico del sudeste asiático, ha conseguido extenderse también en América, Europa y África. Al contrario que el mosquito común, es un morning-mosquito, está activo durante el día y su debilidad a la hora de picar son las piernas y los tobillos. Cuidado, porque pueden ser un poco dolorosas.
  • Aedes aegypti: Se puede llegar a confundir con el Mosquito Tigre porque también se viste con prendas blancas. Sin embargo, mientras que el Tigre solo tiene una línea blanca que le atraviesa el tórax, el Aedes se caracteriza por 4 manchas dispuestas a lo largo de su abdomen. Este insecto suele picar varias veces a su víctima. Su locus amoenus son las aguas estancadas y se muestra especialmente activo durante el día.
  • Anopheles: Estos mosquitos prefieren las aguas limpias y se sienten atraídos por los colores oscuros. A día de hoy, en Europa solo se han encontrado 19 especies pertenecientes a este género y menos mal, porque son los únicos que transmiten la malaria. No te preocupes, la presencia de éste y otros mosquitos no suponen un riesgo, porque las enfermedades que transmiten no se encuentran en nuestro territorio.

Cinco trucos antimosquitos

Cada agosto lo mismo: ¿cómo puede ser que haya dormido tan plácidamente y a la mañana siguiente tenga picotazos hasta en la uña del meñique? Si tú estás lleno de habones… imagínate los pequeños. Sí, los niños son un blanco apetecible y fácil para estos seres tan desagradables. Pero no te preocupes, de este verano no pasa. Con estos cinco trucos aprenderéis a combatir o evitar los contactos con insectos.

  1. Alejaos del agua estancada: Como comentábamos antes, el agua (sobre todo la estancada) es uno de los lugares más frecuentados por los mosquitos. Se pasan el verano haciendo un guateque en esos ambientes. Aunque pueda parecer raro, en verano hay zonas de río, pantanos o piscinas que acumulan agua en espacios que apenas tienen movimiento. Así que cuanto más lejos, mejor.
  2. ¡Apagad la luz!: Un triunfo triple. Además de suponer un ahorro de energía considerable y reducir la sensación de calor, un simple movimiento de interruptor puede hacer que ni los mosquitos, ni ningún otro bicho, se te cuelen por la ventana.
  3. Utilizad mosquiteras: Parece una idea sacada de Memorias de África, pero no es ninguna tontería. Si en la zona en la que vivís suele haber una población importante de mosquitos, las mosquiteras para las ventanas serán vuestro gran aliado. Las hay de muchos tipos, formas y precio y acabaréis encontrando una que se ajuste a vuestras necesidades.
  4. La ropa bien seca: Seguro que esto te suena. Volvéis de la piscina y tus hijos se han olvidado la toalla y el bañador dentro de la mochila. Cuidado, porque esa humedad permanente es muy atractiva para los mosquitos. Así que explícales las consecuencias, seguramente no querrán despertarse con una picadura al día siguiente.
  5. Aparatos eléctricos antimosquitos. “Splash” y “Plash”. Estas onomatopeyas siempre han formado parte de la sintonía del verano. El segundo sonido se corresponde con ese fluorescente morado que elimina a incómodos insectos, y que, llegados a este punto, pueden suponer una gran ayuda para evitar picaduras.

Por qué pican los mosquitos

Todos sabemos el cómo: con gran disimulo. Pero, ¿realmente sabemos el porqué? Si eres de los que creen que los mosquitos solo pican a las personas “de sangre dulce”, sigue leyendo. Estos son algunos de los puntos clave:

  • El dióxido de carbono. Por lo visto, los mosquitos adoran el CO2 y no todos emitimos la misma cantidad. Las embarazadas y los deportistas, por ejemplo, están en el grupo que emite más. Si este es tu caso, ándate con ojo (y con oído).
  • Ácido láctico: Pobres deportistas, de nuevo están en el grupo de riesgo. Por lo visto, los mosquitos prefieren cierto tipo de olores, algunos de los cuales se exhalan por el sudor. Si haces deporte es más probable que sufras alguna picadura. Una buena idea es ducharte por la noche, ya que los mosquitos aparecen más desde la caída del sol.

Ya tienes todas las claves para conseguir que tú y tus peques os libréis  este verano de los contactos con insectos. ¿Conoces algún truco que no hayamos mencionado? ¡Cuéntanoslo! No tardaremos mucho en necesitarlo.

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