- noviembre 29th, 2017 |
Este ha año ha tardado, pero ya ha llegado la hora de sacar los edredones del fondo del armario. Da igual si es de fibra, de plumón o de cualquier otro material. Todos ellos han de ser debidamente cuidados para mantenerlos en unas condiciones óptimas. Tal y como ya contamos sobre el mantenimiento y cuidado de las mantas.
Recuerda que siempre deben ir guardados en su embalaje original o en un envoltorio transpirable. Hay que evitar siempre la humedad en ellos. Puede dar lugar a malos olores permanentes y, en el peor de los casos, provocar que se instalen bichitos molestos entre sus pliegues. Si llegara a ocurrir, ten a mano con nuestro Arnidol Pic.
Si no lo lavaste en primavera, empieza por ahí. Puedes optar por hacerlo en casa en la lavadora (si te lo permite su capacidad) o incluso en la bañera. O bien, puedes llevarlo una tintorería o a un establecimiento que oferte estos servicios. Recuerda que puedes lavarlo hasta 60º en la mayoría de los casos y que debes utilizar productos para prendas delicadas.
Claves para cuidar tu edredón
- Airea y ventila bien los edredones. Sobre todo, si es la primera vez que los vas a utilizar después de pasarse todo el verano de vacaciones en el armario. Si tienes oportunidad. lo mejor es dejarlo apoyado sobre una superficie en la que le de el aire y pueda transpirar. En casa solemos utilizar el tendedero. :) Además, esta tarea debe ser replicada periódicamente. No haría falta ventilar tanto tiempo, pero sí sacarlo a airearse unos diez o quince minutos.
- Cuida su posición. El edredón, especialmente los de plumas o plumón, están pensados para estar estirados sobre una superficie. Por ello, es importante que evitemos dejarlos mucho tiempo arrugados, saltar sobre ellos o dejar encima objetos muy pesados. Todo ello hará que el interior se apelmace y no se distribuya de forma uniforme por todo el espacio.
- ¿Cambias de posición tu colchón y el de los niños de forma habitual?, ¿por qué no el edredón? Los nuevos edredones que se venden en los últimos años suelen tener el mismo aspecto físico por la parte superior e inferior. Por ello, al igual que hacemos con el colchón, es recomendable invertir su posición cada mes para evitar que coja vicios y se deforme. Al final, por la parte superior siempre tendrá más movimiento que por la parte inferior.
- Atención a las fuentes de calor. Dormir calentitos en invierno es un auténtico placer de la vida, pero igual no es lo ideal para tu edredón. Hay que evitar en la medida de lo posible que esté cerca de radiadores u otras fuentes de calor, ya que temperaturas excesivamente altas podrían dañar su composición.
Con estos cuatro trucos, ¡larga vida a tus edredones! ¿Tienes otros para conservar y tratar a tus edredones? Compártelos con nuestra comunidad.
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