• Superpoderes para detectar trastornos en el lenguaje

  • Descubre los principales indicadores de anomalías verbales

Admitámoslo: se nos cae la baba cuando nuestros peques hacen el más mínimo avance en sus movimientos o en su forma de comunicarse. Durante los primeros cuatro años de vida su forma de expresarse mediante el lenguaje experimenta una amplia variación y desarrollo. No nos queremos dar cuenta de que crecen tan rápido, pero en un abrir y cerrar de ojos el niño pasa de los llantos más iniciales a los gorjeos, el uso de vocales y la combinación con consonantes.

Es entre los 18 y los 24 meses  cuando los niños y las niñas empiezan a usar sus propias palabras y hasta los 4 años se extiende la etapa en la que van adquiriendo cada vez más vocabulario con el que construirán oraciones simples (sujeto + verbo + predicado).  A partir de los 5 añitos ya tendrán la suficiente confianza como para empezar a contarnos todas esas historias que nos encanta escuchar.

Un momento… ¿El patrón que hemos descrito no corresponde con la experiencia que tienes con tu peque? Estás a tiempo de fijarte bien en cómo evoluciona: es importantísimo advertir los síntomas de las alteraciones a tiempo para conseguir evitar que se conviertan en un trastorno irreversible.

Indicadores y señales de alerta

Te planteamos una serie de preguntas que podrán ayudarte a detectar algún trastorno en el habla de tu niño o niña. Si la respuesta en la mayoría de ellas es afirmativa… no alargues más la agonía: el logopeda de su cole te está esperando.

  • ¿Sus palabras son confusas y es complicado mantener una conversación con él?
  • ¿Respira por la boca?
  • ¿La pronunciación de algunos sonidos se le resiste y añade sonidos a las palabras?
  • Hay niños más habladores que otros, pero ¿tu peque habla poco o no habla apenas?
  • ¿Está siempre afónico?
  • ¿Se desorienta cuando le interrumpen?

Los trastornos del lenguaje más comunes

Cada niño es un mundo y puede presentar alteraciones ligadas a la situación concreta que está viviendo. Sin embargo, estas son las dificultades que pueden encontrar los niños y niñas a la hora de hablar:

  • Retrasos en el desarrollo del lenguaje: cada niño es un mundo y a veces necesitan un empujón a la hora de desarrollar el lenguaje oral. Es básico estar atentos a la evolución del habla de los más peques para detectar si tiene dificultades a la hora de iniciar o mantener conversaciones, relacionar palabras, ampliar vocabulario o concordar frases.
  • Dislalias: el niño no consigue articular bien las palabras y distorsiona los sonidos antes de los 4 ó 5 años. Es bastante típico que esta disfunción afecte a la pronunciación específica de determinados sonidos o fonemas. A veces los peques los cambian y otras los alteran o los confunden relacionándolos con otros.
  • Disfemia, comúnmente llamado tartamudez: el niño o niña no habla todo lo fluido que debería. Repite frecuentemente y prolonga sílabas o palabras que alteran el ritmo del lenguaje. A veces aparece a partir de los 2 años, pero desaparece a los 6. Si pasada esa edad, la tartamudez persiste, es conveniente acudir a un especialista.
  • Trastornos de la voz, como la disfonía: confiésalo, tu peque a veces chilla tanto que te cuesta sacar a relucir tu superpoder de la paciencia. Es normal que todos tengan rabietas, pero a veces presentan una alteración significativa del timbre, tono o intensidad de la voz. Puede estar ocasionada por una alteración orgánica como una inflamación o que el origen del trastorno sean los gritos y la tensión muscular. ¡No lo pierdas de vista!

Si tu peque presenta alguna de estas alteraciones, primero visita al pediatra y coméntaselo, y por supuesto una vez diagnosticado y en tratamiento si conviene: ¿por qué no compartir tu experiencia con otros padres? Existen varias plataformas en las que podréis aprender juntos a reforzar a vuestros niños y niñas.

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