- junio 1st, 2016 |
Si tu hijo pierde apetito en verano, ofrécele alimentos que le refresquen y contengan los nutrientes esenciales que necesita.
A algunos niños, y también adultos, en verano no les apetece mucho comer. El calor suele cambiar el apetito y las preferencias alimentarias. O ¿acaso a ti te apetece una sopa caliente o un potaje cuando los termómetros superan los 30 grados centígrados? Así que, si quieres mantener una dieta equilibrada y saludable en casa durante los meses de más calor, deberás adaptarla un poco para que sea más fresca y ligera.
En verano no necesitamos tantas calorías como en invierno, nuestros horarios cambian y nuestras actividades también. Si a tu hijo le afectan especialmente todas estas modificaciones, intenta crear al menos unas rutinas a la hora de comer: establece unas horas más o menos fijas para desayunar, comer, merendar y cenar. A continuación te proponemos consejos para encontrar alimentos refrescantes ideales para comer en verano:
- Fruta de temporada: en verano tenemos mucho para escoger. Es el momento ideal para reenganchar a tu hijo a la fruta. Si durante el resto del año le cuesta, aprovecha los meses cálidos. Prepárale macedonias variadas y llenas de colores. En esta época del año, en el mercado encontrarás melón, sandía, cerezas, melocotones, ciruelas, nectarinas, y un largo etcétera. Corta las frutas a trozos y mézclalas con yogur, zumo natural, leche fría o incluso helado. En la variedad está el gusto.
- Verduras frescas: los platos ligeros son los reyes en verano. Piensa en recetas refrescantes como gazpacho, salmorejo, vichyssoise, … purés fríos a base de verduras sanos y apetecibles.
- Los hidratos de carbono no pueden faltar en su dieta, pero en verano prepáraselos de manera diferente. Una ensalada de arroz o pasta no es lo mismo que un plato de macarrones recién salidos del horno… ¿No crees?
- Los lácteos, ¡imprescindibles durante todo el año! Hay mil opciones para conseguir que tome leche o derivados. Ofrécele un batido fresco o alternativas como yogur, queso fresco, helado de leche, … Son una buena opción para desayunar o merendar. ¡Seguro que no te dice que no!
- Y lo mismo con la carne, pescado y huevo. Mejor a la plancha que fritos. Y si los añades a ensaladas o platos fríos, el éxito estará asegurado.
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