• Adiós vacaciones, hola rutina

Con lo que tardaron en llegar y casi se están terminando ya. Las vacaciones de Navidad son tan cortas para ti, aunque sean largas para ellos, que se viven en un suspiro. El próximo lunes todo volverá a la normalidad, con sus prisas, sus carreras y sus agobios. ¿Agobio? ¿Quién dijo agobio? La rutina tiene muchas cosas buenas, aunque a priori no lo parezca. Seguro que no tienes que pararte a pensar mucho para encontrarlas pero, por si te cuesta, te las contamos a continuación.

Ventajas de la vuelta a la rutina

  1. Las rutinas lo ordenan todo. Y te permiten planificar tus días. Sabes qué vas a hacer en cada momento: tienes que ir al trabajo, llevar a los niños al cole o recogerlos. Las rutinas ordenan tu vida.
  2. Te permiten comer de manera más sana. Los tiempos apretados del día a día hacen que sea muy necesario organizarse. Plantear menús semanales y de esta forma ir a la compra sabiendo qué comprar, te ayudará.
  3. Los niños se duermen antes. En casi todos los casos, porque algunos tienen más pilas que los conejitos de Duracell. Los peques madrugan, se cansan entre cole, extraescolares y parque y, por extensión, caen rendidos antes. Y eso te permite tener un rato más para ti al final del día. Aunque solo sea para quedarte dormido en el sofá.
  4. Vuelves a tus actividades favoritas. Las clases de zumba, las de inglés… o el café con los padres y madres de los compañeros del tuyo. Seguro que lo has echado de menos.
  5. Y, aunque no lo creas, ahorras. Porque estar todo el día de aquí para allá, aparte de agotador, es económicamente insostenible.

Hola, rutina

Así que, en vez de quejarte, abraza la rutina. Hazla tuya. Busca cada día romperla con algo que te haga feliz, aunque sea un gesto pequeño. Si te gusta leer, saca un ratito para perderte en unas páginas. ¿Que prefieres dibujar mandalas? ¡Saca los colores! Con unos minutos al día para ti será suficiente… y te hará muy feliz.
Por otra parte, cuanto más te resistas a la rutina peor la llevarás. Es fácil perderse en el mal humor del atasco, pero eso no cambiará el hecho de que estés inmerso en él. Como diría Bruce Lee «Be water, my friend». La flexibilidad está infravalorada, pero vale millones.
¿Cómo es tu relación con la rutina? ¿La amas o la odias?

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