• Manualidades con hojas

¿Crees que has agotado todos los juegos del mundo? No sufras, ahora que ha llegado el otoño, las hojas son un recurso estupendo para inventar y disfrutar de las historias que se crean en torno a ellas. Sabemos que eso supone salir con el abrigo y la bufanda, ¡con el frío que hace ahí fuera! Pero tu peque y tú pasaréis tardes entretenidas, dibujando y haciendo manualidades. Además, seguro que ya ha comenzado a llenarte el bolso de distintos tamaños, colores y tipos de hojas. ¡No las tires! Recopílalas y haz caso de nuestras cinco ideas de manualidades con hojas.

Manualidades con hojas

  • Déjate llevar… pintando. Podéis decorar las hojas y transformarlas en algo totalmente diferente gracias a los bolis de gel. Puntitos, rayas, pequeñas flechas… guíate por la forma de la propia hoja, aprovecha sus esquinas y marca sus propias rayas. Podréis utilizarlas después para decorar libros o, incluso, regalos de forma original.
  • Animales a raudales. Si tu hijo está aprendiendo los nombres de los animales o si se vuelve loco cuando ve un perro por la calle, este se convertirá, sin duda, en su pasatiempo favorito. Si colocais las hojas en un folio, podéis dibujar un paisaje de fondo y pintarlo con lápices de colores, ceras, acuarelas… hasta donde llegue vuestra imaginación.
  • Guirnaldas otoñales. ¿Queréis decorar vuestro rincón favorito de la casa con motivos otoñales? Recoge las hojas con mejor aspecto y haz un pequeño agujero en cada una de ellas para pasar el hilo del que colgará posteriormente. Si quieres, sumérgelas en un cubo lleno de purpurina dorada para darles un toque de luz. ¡A los más peques les encantará!
  • Nuevos amigos. Guarda los rollos de papel a medida que se acaben: pueden convertirse en el cuerpo de los nuevos muñecos de tu hijo. Pega las hojas en la parte superior del rollo para que parezcan caras y añade pequeñas ramas que sirvan de brazos. Podéis incluir cualquier elemento que os guste: botones, pequeñas piedras, muelles… ¡Cobrarán vida inmediatamente!
  • Colección familiar. Reta  a tu hijo a recolectar el mayor número de hojas diferentes entre sí. El que sea más rápido, ¡gana! Cuando lleguéis a casa, pegad juntos cada tipo de hoja en un folio. ¡Asegúrate de que estén secas! Si no, sécalas con un poco de barniz en espray. Exponlas en la pared del salón o en la cocina para que os alegre la vista.

Solo necesitas un buen acopio de hojas secas, cuánta más variedad, mejor. Y para esos paseos de recolecta, recuerda: aunque sea otoño y parezca que el sol ya no brilla tanto, ¡protege tu piel y la de los más pequeños!

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