• Tenis y niños: una combinación perfecta

  • El tenis es un deporte verdaderamente completo que se puede practicar desde una muy temprana edad, te contamos por qué es tan beneficioso para los niños

Hasta hace unos años existía la creencia generalizada de que el tenis no era adecuado para niños y niñas porque, al ser un deporte asimétrico, podía producir un crecimiento físico y motor incorrecto. No se recomendaba que los niños jugarán antes de los 7-8 años, mejor que empezaran con otra cosa. Pero nada más lejos de la realidad.

Cuándo comenzar a practicar tenis

El tenis es un deporte fascinante, que puede comenzar a practicarse alrededor de los 5 años, siempre que se emplee una raqueta adecuada al tamaño del niño o niña. Acostumbrar su cuerpo al entrenamiento, así como favorecer un desarrollo musculoesquelético armonioso y correcto es muy interesante. Por ello, hay que introducir al niño en un deporte específico, pero sin perder de vista que hay que entrenar todo el cuerpo. No te preocupes, los entrenadores lo saben. Sus sesiones complementarias están enfocadas en su consecución.

¿Y cuáles son los beneficios del tenis?

El niño o niña desarrolla ciertas habilidades aeróbicas y de coordinación y aprende a reaccionar de manera veloz. Además, el tenis entrena la capacidad de concentración, una habilidad que será parte de su bagaje emocional y psicológico. Además, le será útil en muchos aspectos de la vida.

1. Desarrollo de coordinación y habilidades motoras

El cuerpo de los niños está en pleno desarrollo. El tenis le permitirá trabajar habilidades motoras, aeróbicas y de coordinación. La contribución de elementos externos al cuerpo (la raqueta) aporta algo más: comprenderá su cuerpo, capacidades y sus límites en el espacio. Tomará conciencia de su cuerpo y de la percepción del espacio.

2. Desarrollo muscular

El empleo de la raqueta es ideal para desarrollar partes del cuerpo como el torso y las piernas. Los deportes de raqueta estimulan, además, el equilibrio: cada vez se descansa sobre una pierna, se salta, se recibe la bola, etc. Como consecuencia, se consigue una mayor armonía.

3. Desarrollo de la vista

Si hay deportes capaces de poner a trabajar la vista de los peques son los de raqueta. Los intercambios de pelota que tienen lugar durante el juego obligan a hacer análisis de las trayectorias. Y con ello mejorarán su agudeza visual y perceptual. Este aspecto del tenis lo hace especialmente adecuado para aquellos niños que encuentran dificultades para concentrarse.

4. Una contribución psicológica y social innegable

Si el aspecto del «desarrollo físico» es muy importante para el niño, el desarrollo psicológico no se queda atrás. En la práctica del tenis, el niño o niña desarrolla su autonomía ya que tendrá que tomar sus propias decisiones. Con ello aumentará su autonomía. Por último, le permite crear relaciones sociales que tienen un contexto diferente del de la escuela, bajo diferentes aspectos: el rendimiento físico, por ejemplo, o el rol y el lugar tomado en un grupo.

Descubre el minitenis

Alrededor de los 5 años puede iniciar al niño en minitenis, la disciplina preparatoria. Se practica en un campo más pequeño que el del tenis (generalmente es la mitad) y al principio el grupo de niños juega en el campo solo con una pelota despresurizada. La intención, de hecho, es sobre todo es enseñarles las reglas básicas del tenis, conocer la pelota… y que se entretengan. Más tarde, comenzarán a entrenar con miniraquetas.

Alrededor de los 6 años podrán comenzar a jugar tenis propiamente dicho. Para iniciar al niño en una actividad competitiva real hay que esperar en torno a los 8 o 10 años. Entonces podrá jugar los primeros torneos.

¿Te animas a incluir el tenis en la agenda de las extraescolares?

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