• A por castañas o castañazos

Sin duda alguna, lo mejor del otoño es la llegada de las castañas. ¿No os pasa que cuando os dicen a qué huele el otoño siempre pensáis en ellas? Es tan característico e intenso que en casa no nos creemos que exista alguien sobre la faz de la tierra a quien no le gusten.

Uno de nuestros planes favoritos es ir a por castañas al campo, nos encanta perdernos sobre las hojas caídas y encontrar un puñado de castañas para después cocinarlas. Pero  lo que siempre nos llevamos a casa es… ¡un buen castañazo! Los niños corretean para arriba y para abajo en busca de su propia recolecta y casi siempre las hojas caídas les juegan una mala pasada.

Sobre todo si llueve, las hojas que han ido cayéndose de los árboles suelen ser muy resbaladizas o estar sobre superficies complejas que hacen que nuestros hijos patinen y se caigan con mayor facilidad. En realidad, cuando vamos a por castañas ya sabemos que esto también forma parte del plan. Por eso, siempre echamos en la mochila algún superpoder para suavizar los pequeños golpes como el Arnidol Stick.

Cómo evitar los castañazos en otoño

No existe una fórmula mágica para evitar este tipo de golpes o tropezones que suelen tener nuestros hijos en el campo. Pero en casa sí que tomamos algunas precauciones para que un castañazo no nos arruine el plan del fin de semana de ir a por castañas.

En primer lugar, siempre animamos a nuestros hijos a ir con pantalón largo, ya que si tropiezan y tienen una pequeña colisión, el propio tejido de la ropa evitará que la herida o contusión sean mayores.

También utilizamos un buen calzado de montaña. Sabemos que las deportivas del cole de este año son sus favoritas y muy molonas. Pero para ir al campo siempre les compramos unas especializadas para montaña. La suela de estos zapatos suele estar adaptada y es menos resbaladiza.

Por último, siempre llevamos unos guantes de campo para cuando revuelven las hojas secas entre las que se han caído las castañas. Nunca sabes exactamente qué hay debajo de esas hojas y nuestros hijos podrían engancharse con alguna rama, pincharse con alguna zarza o incluso podrían ser picados por algún bichito al que estemos amablemente invadiendo.

Cómete los castañazos al horno

¿Habéis conseguido un montón de castañas? Pues ahora tenéis decenas de platos fáciles de cocinar para consumir todas ellas. En cualquier espacio de cocina de internet seguro que encontráis un montón de ideas.

En casa solemos comer para merendar unas cuantas castañas asadas en el horno, ya que además son muy fáciles de llevar al parque o al cole. Y sobre todo, son muy saludables para comer entre horas.

Para los fines de semana, siempre solemos guardar unas cuantas castañas para hacer pasteles y bizcochos con castaña. Bien en trozos pequeños o trituradas, solemos utilizarlas como el principal complemento para nuestros postres.

Nuestro último secreto es la crema de castaña. ¡Riquísima! Tras triturarlo bien, le ponemos un poco de azúcar, agua y vainilla y lo hervimos todo. Después dejamos enfriar un buen rato y… ¡a desayunar tostadas con crema de castañas!

Y vosotros, ¿sois tan fans de las castañas como en casa? Cuéntanoslo.

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