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  • ¿Cómo acompañar los sentimientos de los niños?

  • La educación emocional es una de las grandes incógnitas de la crianza. Te damos las claves para poder acompañar a tus hijos en cada una de sus emociones

Se dice que los niños son muy intuitivos y que pueden reconocer los sentimientos y estados de ánimo de quienes les rodean. Seguro que te ha ocurrido alguna vez: estás un poco triste y tu peque te acaricia con ternura. Parece casi mágico. Pero, ¿cómo te das cuenta tú como adulto o adulta de lo que les pasa a ellos? A veces no resulta fácil. Piensa en cuando quieres decir una palabra y no te sale. Te genera frustración, ¿verdad? Pone ahora en el lugar de tu hijo o hija, intentando expresar lo que le ocurre pero sin que le entiendas. Por eso es importante saber cómo acompañar los sentimientos de los niños.

Claves para acompañar los sentimientos de tu hijo

Los peques son un batiburrillo emocional. Sus sentimientos y emociones suelen desbordarles porque aún no están preparados para manejarlas. Es un proceso evolutivo en el que los adultos juegan un papel fundamental y resulta clave conocer cómo superar la frustración.

Por suerte, la educación emocional es un tema que cada vez se trata más, incluso en las escuelas. La educación en emociones y sentimientos de los niños tiene un objetivo claro: capacitarles para un mayor éxito personal y social. ¿Quieres conocer recursos para hacerlo?

Los 5 pasos para acompañar los sentimientos de los niños

  1. Comienza por ayudarle a identificar los sentimientos.  Así le estarás dando una base en la que podrá reconocer qué le pasa. Esto le ayudará a poder expresarse. Empieza por las siete emociones básicas: alegría, tristeza, miedo, asco, ira, sorpresa o vergüenza. Recuerda que detrás de cada comportamiento hay un sentimiento. Encontrar la forma de nombrar esa emoción puede explicar lo que está impulsando ese comportamiento.
  2. Ayúdale a adquirir habilidades sociales. La empatía o la tolerancia harán que le resulte más fácil entender lo que les pasa a los demás.
  3. Trabaja los sentimientos menos positivos como la ira o la impulsividad. Son los que más miedo dan y hay una tendencia general a negarlos. Pero todos los sentimientos son buenos si se saben canalizar. El autocontrol es un gran aliado a la hora de manejar emociones fuertes. Buscad juntos la manera más adecuada de expresarlos.
  4. Crea un ambiente de confianza en el que tu hijo o hija se sienta cómodo y seguro. Puedes reservar un momento concreto del día, como la hora de la cena, o aprovechar los momentos de juego en los que es posible que se sienta más relajado y hablador. Es importante que sienta que le escuchas. ¿Qué tal dejar de lado el móvil y otras posibles distracciones? Mírale mientras mientras te lo cuenta y demuéstrale tu interés.
  5. Y, como siempre, sé su ejemplo a seguir. Si en casa ve que se expresan los sentimientos con normalidad, le será más fácil lidiar con ellos en situaciones cotidianas.

Algunos recursos útiles para ayudar a tu hijo a manejar sus sentimientos

¿Te faltan ideas tangibles con las que poder ayudar a tu hijo o hija a manejar sus sentimientos? Prueba con estas propuestas.

  • Crea un diccionario de sentimientos propio. ¿Cómo? Haz fotos (los miembros de la familia podéis ser los protagonistas) o recopila imágenes que expresen diferentes emociones. Para usarlo, coge una foto y debate con tu peque acerca de cómo se siente esa persona, qué es lo que ha podido pasar para que se sienta así… Será un juego muy enriquecedor para ambos. Más adelante con ese albúm de sentimientos podrás jugar a quién es quién y que sea el peque quien identifique la expresión con la emoción.
  • ¿Conoces el juego “Ahora me siento… porque…”? Una vez que tu peque haya aprendido a diferenciar los sentimientos, podrá pensar y externalizar cómo se siente en una situación determinada. Por ejemplo, cómo se siente cuando va al parque o con la llegada de su hermanito nuevo.
  • Recurre a historias y cuentos. Como comentábamos antes, la educación emocional está de moda. Esto hace que cada vez haya más cuentos enfocados a trabajar todos los sentimientos, no solo los bonitos. Son un recurso fantástico.
  • El cine también te puede ayudar. Por ejemplo, la película de “Inside Out” de Pixar, muestra de una manera fácil cómo funcionan las emociones. Y también enseña lo que provoca dejarse llevar por cada una.

Ahora sí, seguro que acompañar a tu hijo cuando sus sentimientos se destapan te resulta más fácil después de leernos. ¿Te queda alguna duda? ¡Cuéntanos!

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