• Nos han picado los mosquitos, ¿qué hacemos?

Nos encanta el verano porque hace calor y podemos jugar al aire libre con los niños, pero no somos los únicos. A los insectos, y mosquitos especialmente, también les gusta y van a hacer lo posible por picarnos. Podemos prevenir las picaduras, pero cuando ya se han producido, tenemos que hacer lo posible por aliviar su picor y dolor, si lo hay, y curarlas lo antes posible.

Cómo curar las picaduras de mosquitos

Si os han picado los mosquitos, debes seguir una serie de pasos para calmar el picor y evitar que no se infecten las picaduras. En la mayoría de casos, no son graves, pero sí molestas.

– Cuando detectes que hay picadura, lo primero que tienes que hacer es lavar la zona con agua y jabón. La higiene ante todo. Si vieras además que pueden haber quedado restos de algún aguijón, tienes que extraerlo. Ante la duda y si crees que es complicado, acude siempre a tu médico.
– En la medida que lo posible, evita que se rasque la zona afectada. Con niños, es complicadísimo, pero intenta explicarle que si se rasca le picará aún más y tardará más en currarse.
– Si le pica mucho, lo mejor que puedes hacer es aplicarle frío en la zona. Le aliviará. También puedes recurrir a lociones de calamina, si tu hijo es mayor de dos años.
– En niños muy pequeños, ten cuidado con las cremas o lociones para las picaduras. Evita los antihistamínicos, son medicamentos que requieren receta médica. Ante cualquier duda, consulta con tu pediatra.
– Evita también las lociones con amoníaco. Es eficaz pero en niños puede sensibilizar su piel.
– Si aparece alguna reacción alérgica a la picadura, consulta con tu médico. No actúes por tu cuenta.

Medicamentos o cremas versus remedios caseros

Hay una larga lista de remedios caseros que la sabiduría popular asegura que funcionan para calmar y curar las picaduras. Pueden no ser tan efectivos como las pomadas o lociones médicas, pero son menos agresivas. Es interesante considerarlos, ya que los niños tienen la piel muy sensible y son más susceptibles a los productos químicos. De todos modos, es aconsejable siempre consultar con el pediatra su idoneidad, en cada caso.

Los más conocidos son la sal, el vinagre blanco, los aceites esenciales, el barro o el tomate. Basta con aplicarlos en la picadura y ayudan a aliviar el picor. Prueba si te funcionan. Si te van bien, son remedios caseros que tienes a tu alcance sin necesidad de pasar por la farmacia.

Más vale prevenir que curar

Como ya sabemos que nuestros peques son especialmente vulnerables a que les piquen mosquitos y otros insectos, no está de más tomar una serie de precauciones para evitar las tan odiadas picaduras. Algunos consejos:

– Puedes usar repelentes, pero ten especial cuidado con los que contienen dietiltoluamida (DEET). ¡No te pases! La piel lo absorbe y puede pasar a la sangre si se aplica en exceso.
– Si no te fías de estos productos, en las farmacias encontrarás preparados de repelentes naturales. Lo bueno es que son menos tóxicos. Lo malo (o menos bueno) es que duran menos. Tú eliges.

Si todavía quieres saber más acerca de la prevención de picaduras, no te pierdas nuestro post Protégelo de los insectos.

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