- noviembre 6th, 2014 |
Los portabebés se han usado siempre. Te contamos qué opciones tienes a tu disposición.
Los portabebés no son nuevos. Desde que existe la humanidad, han sido un complemento para bebés imprescindible para muchas madres que necesitaban transportar a sus hijos, sobre todo antes, cuando no existían coches ni otros medios de transporte.
Son una manera natural de llevar a los bebés que ha perdurado a los largo de los años. Han sobrevivido hasta nuestros días, incluso cuando han ido surgiendo otras alternativas. Los beneficios son obvios: el bebé está en contacto permanente contigo y esto le produce seguridad.
Lo cierto es que hoy en día existe una amplia variedad de opciones y si no tienes claro exactamente lo qué quieres, te puedes perder: ¿en qué posición quiero que vaya el bebé? ¿cómo quiero que se recoja su cabeza? ¿necesito una mochila evolutiva?, … A continuación, te explicamos cómo son los diferentes tipos de portabebés y cómo te pueden ayudar.
1. Bandoleras: La opción cómoda. De manera natural, puedes llevar a tu bebé contigo a todas partes.
2. Mochilas: Las encontrarás de muchas marcas y te permiten llevar a tu hijo prácticamente desde el nacimiento y hasta avanzada edad, según el modelo. La mayoría permiten que al principio tu hijo vaya mirando hacia ti, pero a medida que crezca y pueda aguantar la cabeza por sí solo ya podrás colocarlo mirando hacia fuera.
3. Fulars: Quizás, el medio más tradicional. El principal beneficio es que el peso se reparte entre los dos hombros de forma simétrica. Ahora bien, deberás aprender a atarlo bien.
4. Pouches: Son sencillos y prácticos. Están formados por una pieza de tela elástica y con forma de bolsa donde se coloca al bebé.
5. Mei Tais: Directamente llegados de Asia, como su nombre indica, son portabebés tradicionales, muy ligeros y cómodos que permiten llevar al bebé en distintas posiciones.
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