• ¿Son necesarias las rutinas?

  • Seguro que has oído hablar de ellas, las rutinas tienen tanto defensores como detractores. Te contamos todo lo que debes saber

Cuando llegan las vacaciones, el anhelo más deseado por los adultos es romper con las rutinas. Después de varios meses siguiendo un horario inamovible, decirle adiós a las prisas es muy lícito. La sensación de muchas madres y padres es que pasan el día corriendo de un lugar para otro como si fueran el conejo de Alicia. Pero cuando hablamos de niños, la cosa cambia. Es normal escuchar que hay que acostumbrarles, pero ¿son necesarias las rutinas de verdad? ¡Vamos a descubrirlo!

Hábitos y rutinas, una pareja indisoluble

Y lo son porque la existencia de unas conlleva la de los otros y viceversa. Si hay un buen motivo para establecer rutinas es la creación de hábitos. Y eso es muy bueno para interiorizar ciertas tareas que deberían ser cuasi rutinarias pero que a los niños les cuestan mucho. ¿Cuántas veces puedes repetir cada noche “lávate los dientes”? Una vez afianzada la rutina se genera un hábito; la acción saldrá por inercia y tú dejarás de sentirte como un mono de repetición.

Beneficios de las rutinas para niños

Aunque pueda parecer lo contrario, los  beneficios de las rutinas para niños son muchos. Para comenzar, estableciendo rutinas también estás poniendo la base del adulto que tu hijo o hija será el día de mañana. Que una persona sea organizada o rigurosa con respecto a la hora de irse a dormir es algo que comenzó en la infancia. Es evidente que estos hábitos también se pueden trabajar en la edad adulta, pero llevará más tiempo afianzarlos. Recuerda,  estableciendo sus rutinas en la infancia ayudarás a tu hijo o hija a ser más feliz: a menor incertidumbre, mayor felicidad. ¿No nos crees? Pues no es el único beneficio de las rutinas, te dejamos unos cuantos más:

    • Les ordena el tiempo, ayudándoles a comprender este concepto abstracto
    • Ayuda a que anticipen lo que sucederá después
    • Elimina el estrés y la ansiedad de sus vidas
    • Les enseña a seguir un ritmo de vida organizado
    • Desarrolla la capacidad de planificación, lo que les lleva a ser más eficientes
    • Les ayuda a centrar su atención y a concentrarse  en lo que están haciendo
    • Facilita que se adapten de forma más natural a los cambios
    • Hace que aprendan límites y normas

El establecimiento de límites es uno de los grandes temas de la educación o crianza. Los niños y niñas necesitan límites para vivir en un entorno saludable y seguro para ellos. Y necesitan que sean claros, establecidos desde la confianza y el cariño, pero también desde la firmeza. Los peques siempre están queriendo aprender e ir un poquito más allá, sin tener en cuenta las consecuencias que puede conllevar. Por eso es necesario que los adultos les marquen las pautas. Ojo, la firmeza que comentábamos es necesaria para que no cambies de opinión y así ellos tengan claro qué pueden y qué no pueden hacer.

Cómo y cuándo establecer las rutinas para niños

Las rutinas para los niños pueden establecerse desde bien pequeños, casi desde que son bebés. De hecho, la vida en la más tierna infancia es muy propicia para hacerlo. Ya sabes, los bebés solo comen, se asean y duermen. Comenzar con las rutinas cuando todavía son bebés, te ayudará a que las vayan interiorizando sin darse cuenta. Marcar las pautas para las horas de comer, de dormir y el baño es un buen principio.

Según vayan creciendo habrá que ir incorporando otras nuevas rutinas, como las horas de estudio o las de juegos. Hazlo sin miedo. De esta forma, estarás construyendo con ellos hábitos de organización y les estarás dotando de un gran regalo para el futuro. Ahora bien, recuerda que no hay palabra más poderosa que el ejemplo, aplícate el cuento y muéstrale a tu hijo o hija cómo respetas tus rutinas.

¿Conocías la importancia de las rutinas para niños?

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