• Los superpoderes de Mamá Ingeniera

  • Ser madre de familia numerosa implica un nuevo nivel de complejidad, mamá ingeniera nos cuenta su experiencia para mantener la organización

Ser madre de familia numerosa es una tarea ardua. Dicen que a partir del segundo hijo los niños se crían solos, pero, claro, mi segundo y mi tercero se llevan solo nueve minutos de diferencia, así que no veo la forma de que se cuiden entre ellos. En ocasiones sueño con ser una diosa hindú con muchos brazos para poder llegar a todo, porque, aunque en casa repartimos las tareas, me empeño en querer tenerlo todo bajo control. Y no, no puede ser.

Es por eso que intento delegar lo máximo posible y mi hijo mayor juega un papel fundamental en todo este embrollo.

Involucrar al hermano mayor en las tareas del hogar

Cumplirá tres años en diciembre y no parece que tenga celos de sus hermanos. Aunque en un par de ocasiones les ha dado un par de golpes en los pies, no ha sido nada grave y le hemos explicado que eso no se hace. Normalmente les hincha a besos y siempre está pendiente de ellos.

Intentamos que se involucre en las tareas del hogar para que sienta que tiene su papel, ya que los mellizos absorben la mayoría de mi tiempo. Si les cambio un pañal, le pido que lo tire a la basura, si bajamos a la calle, le pido que me ayude con las puertas. De momento, lo ve como un juego pero creo que es importante que aprenda que ha de participar en estas tareas.

Accidentes en el hogar

Nace de él hacer cosas si nos ve haciéndolas, como pasar la aspiradora o poner la lavadora.

Y tareas así son las que han hecho que en alguna ocasión haya tenido un pequeño accidente con varios chichones. Darse sin querer con algún canto o con el mismo palo de la escoba. Nada importante pero que nos ha dado algún disgusto momentáneo que ha pasado con una buena dosis de mimos y besos.

Al fin y al cabo, es un niño y parece que si va lleno de moratones es que está teniendo una infancia feliz.

La clave es la organización

Hace poco más de tres meses que soy madre de familia numerosa y ya veo de qué va la cosa.

Es indispensable tenerlo todo organizado, con horarios, con tareas asignadas y con antelación. No dejar nada a la improvisación porque, entonces, saldrá mal.

Pero por otro lado ocurre que puedo empezar una tarea y no saber cuándo la acabaré porque alguno de los niños me reclama. Doblar la ropa que está tendida, cambiar alguna sábana, etc. Todo se puede complicar fácilmente y aumentar el nivel de estrés por el simple hecho de que la tarea se queda a medias.

Tal vez, la clave no es la organización, sino tener la capacidad de cambiar las prioridades sobre la marcha sin que esto me afecte. Eso, o injertarme 6 brazos más cual diosa hindú y así poder ser efectiva.

¿Cuál es tu superpoder para llegar a todo? ¿Delegas tareas en tus hijos o prefieres hacerlo todo tú para evitar que lo hagan mal?

Laura Fuentes. Autora de  Diario de una Madre Ingeniera. También puedes seguirla en Instagram Mamá Ingeniera.

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